domingo, 15 de septiembre de 2013

EL NO DEL COMITÉ OLÍMPICO INTERNACIONAL A MADRID

El día 1 de mayo del presente año al conocer la sentencia de la Operación Puerto, en mi cuenta de twitter (@xmbastida) puse el siguiente tweet: "Sentencia Operación Puerto. Bye, bye Madrid Olímpico. Que no gasten más dinero. Es absurdo ya". Por consiguiente, el rechazo a la candidatura de Madrid no me ha sorprendido.
No fue la tercera vez que es rechazada, como se dice, sino la cuarta. El 26 de abril de 1966 en Roma se decidía la designación de sede para los Juegos de 1972. Era presidente del COI Avery Brundage, un ultraconservador estadounidense simpatizante de Franco que quería ayudar a mejorar la imagen internacional de España por medio de los Juegos, y aprovechando la reunión del COI en Madrid en octubre de 1965 (LXIII Asamblea) decidieron solicitar los Juegos. Ganó Múnich (31 votos); por delante de Madrid (16), Montreal y Detroit.
La no elección es presentada por los miembros de la candidatura y los medios de comunicación como una afrenta a España. Leemos y escuchamos:
     "La derrota de Madrid es inesperada e inexplicable"
     "No nos quieren aunque seamos los mejores"
     "Se nos ha humillado"
     "Sentimiento de traición"
     "No podrán con nosotros"
     "Podemos perder pero nunca seremos vencidos"
     "Malas artes del comité Olímpico"

La frustración por el fracaso despierta la capacidad de los españoles de reverdecer los viejos sentimientos patrios de que todos están en contra de España, lo que yo llamo el "síndrome de Móstoles", recordando el bando de los dos alcaldes de la citada ciudad, el 2 de mayo de 1808, llamando a los españoles a la lucha contra los franceses que habían venido a España, en principio, como amigos:
     "..........ofensa sobre este pueblo capital.............somos españoles......armándonos contra
      unos pérfidos que, so color de amistad y alianza............"

Algunos escritos, como el siguiente aparecido en La Voz de Galicia en lugar destacado, sorprenden por su virulencia contra los miembros del COI:
     "......una elección que solo depende del voto de 98 petimetres que solo defienden sus
      propios intereses políticos, económicos y sociales -o los de quienes los patrocinan-,
     y cuya predisposición al soborno está archidemostrada.
     La gran mayoría de los miembros del COI carecen de la mínima preparación para
     tomar una decisión de ese calado. Sus méritos son ser parientes de reyes,
     empresarios adinerados, exdeportistas y hasta hijos de anteriores miembros......"

Solo merece un calificativo este exabrupto: con que osadía muestra el autor su estúpida ignorancia. En el COI hay muchos miembros con un alto nivel de formación universitaria en diversas profesiones y que compatibilizaron sus estudios con la práctica deportiva de altísimo nivel, con participación en olimpiadas y campeonatos del mundo (hay varios medallistas y campeones mundiales), otros tienen o han tenido importantes responsabilidades en el mundo de la política, las finanzas y la industria, y también hay exdeportistas destacados por su ética en la práctica de su deporte. El presidente Jacques Rogge (belga) es médico de profesión, fue olímpico en vela en tres Juegos y jugador internacional de rugby.

Los medios de comunicación han tenido un destacado papel actuando como catalizadores de la candidatura, y por lo tanto corresponsables, por su falta de actuación crítica, de la frustración popular y también, a mi entender, del rechazo del COI a la candidatura.
Han generado un estado de opinión euforizante y de entusiasmo general excesivamente optimista, creando unas espectativas desmesuradas y dando por segura la nominación. Decían: "ya toca", "a la tercera va la vencida", "los rivales son débiles", etc. Crearon una ilusión colectiva totalmente infundada, basada en la nada. Incluso uno de los principales diarios de España publica días antes de la elección, que 50 de los 98 miembros del COI habían prometido votar a Madrid. Los miembros de la candidatura han tenido que dar explicaciones al presidente del COI.
Los medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, son condescendientes con el dopaje de los deportistas españoles, sobre todo si son famosos. Recordemos la defensa numantina de Alberto Contador y Marta Dominguez. Además, deportistas y exdeportistas implicados en casos de dopaje son los comentaristas más destacados que tienen habitualmente las televisiones y radios; podemos verlos y oirlos cada día en  la actual Vuelta a España. El director de ciclismo Álvaro Pino, además de comentarista diario en una radio, explicó en la televisión pública, al principio de la Vuelta y sobre la bicicleta, las dificultades de uno de los puertos de montaña; a sus ciclistas (Hamilton lo acusó) les indicaría una transfusión sanguínea para hacerlo mejor. El penúltimo día, en prime time nocturno y un sábado volvió a la televisión para hacer un resumen del evento. ¿Cuál es el mensaje subliminal que se transmite a los espectadores?
Hay medios que suelen criticar y descalificar las medidas tomadas en otros países o por formaciones no españolas para la prevención del dopaje, con epítetos como "talibanes", "integristas", etc.
Estos hechos son los que crean la mala imagen española de connivencia y tolerancia con el dopaje.

Los Juegos Olímpicos son el mayor acontecimiento deportivo del planeta. El COI quiere la seguridad política y económica que garantice la solidez organizativa, y una eficaz y clara política de lucha antidopaje. Ninguno de los tres factores pudo garantizarlos la candidatura madrileña.
En las nominaciones también se tiene en cuenta el factor geoestratégico, la rotación de los continentes: Pekín, Londres, Río de Janeiro, Tokio. África está excluida por razones económicas y políticas. Si se eligiese ahora Madrid, difícilmente para el 2024 podría ser elegida otra ciudad europea que probablemente se candadite (París, Berlín, Roma). Por lo cual no se contaba con los votos de los países de esas ciudades  y de los que apoyarían su futura candidatura.

Ganó Tokio. El COI eligió una opción segura en tiempos de incertidumbre económica. Japón es una de las primeras economías mundiales y Tokio una de las principales capitales del mundo, por población, infraestructuras, urbanismo, seguridad, etc. Presentó una candidatura con garantías de organizar unos grandes juegos y una larga lista de patrocinadores garantizados. Fue además la candidatura que más expeditiva se mostró en la lucha contra el dopaje.

Estambul tenía a su favor el ser un país de economía emergente a caballo entre dos continentes y multicultural. Turquía sería el primer país musulmán (aunque oficialmente es un estado aconfesional desde la revolución de Atatürk) en albergar unos Juegos Olímpicos. Era mi favorita hace unos meses. La reciente situación política interna y la vecina guerra de Siria hacían imposible su designación.

Se generaron demasiadas expectativas para Madrid, afirmando la supuesta fortaleza de la candidatura y resaltando las deficiencias de las otras dos. A Tokio se le achacaban los problemas devenidos de la central nuclear de Fukushima y la falta de entusiasmo por los juegos de la población de la ciudad, obviando la eficacia tecnológica e industrial del país y la formalidad y seriedad del carácter japonés. A Estambul su caótico tráfico urbano y la falta de instalaciones. Al final, y de forma extremadamente cínica y vergonzante, se resaltaban los más de 30 casos de sanciones por dopaje y de la suspensión de su laboratorio antidopaje. En España no hubo sanciones por la Operación Puerto y el laboratorio antidopaje de Madrid también ha estado suspendido por la AMA (Asociación Mundial Antidopaje) durante tres meses desde diciembre del 2012.

El peso político internacional de España es insignificante, siendo además un país con una profunda crisis económica y política, con gravísimos casos de corrupción que afectan a las más altas instancias gubernamentales y con un presidente con una pésima valoración. Forma parte del grupo denominado de forma peyorativa "los PIGS".
España es un país en recesión con un altísimo desempleo (6.250.000 parados) y Madrid el municipio más endeudado del país (ocho mil millones de euros de déficit).
La candidatura presenta un nuevo modelo de organización de los Juegos basado en la austeridad: "Los Juegos de la austeridad", en concordancia con el mensaje de austeridad transmitido al país. Palabra mágica la austeridad. Con ella pretende el gobierno español superar la crisis que atenaza al país. Por ella se tiene sometida a la población a todo tipo de restricciones y recortes en prestaciones sociales, sanidad, educación, cultura, pensiones, etc. Evocación de Felipe II "el austero" (el segundo rey de los Austrias).

La "Marca España", dos palabras inventadas por periodistas para proyectar una imagen de calidad de España. Marca de calidad, pero basada únicamente en los éxitos internacionales de una minoría de deportistas: selecciónes de futbol y baloncesto, Nadal, Fernando Alonso, los motociclistas, la natación sincronizada y poco más. Escaso bagaje. 
La asignación de unas Olimpíadas no depende de los éxitos deportivos de un país. Por eso examinan a los políticos y a los dirigentes políticos del deporte, no a los deportistas. La Marca España son los deportistas no los políticos. Basta con leer la prensa internacional para conocer cual es la imagen de España.
Los políticos son los responsables de la lucha antidopaje. Son los que tienen que elaborar las leyes, adaptarlas a las normas internacionales y hacer que se cumplan.

La candidatura de Madrid no pudo combatir la mala fama de España en asuntos de dopaje, y no supo convencer de la firmeza adoptada en la lucha contra el dopaje con la nueva Ley de Protección de la Salud y Lucha contra el Dopaje en el Deporte, aprobada de forma apresurada y oportunista el último mes de Junio para poder optar a la designación.
Eludió referirse al dopaje en la presentación, como si no fuera un grave problema en España. En su presentación Tokio alardeó de que ningún deportista olímpico japonés ha dado positivo en un control antidopaje, como muestra de la honestidad de sus ciudadanos (la ética del deporte no puede ser independiente de la ética general).
España ha sido muy poco ejemplar en la lucha contra el dopaje y el resultado del juicio de la Operación Puerto ha sido sorprendente y ha causado indignación en el deporte mundial. No se entiende que no se identificara a los deportistas a quienes pertenecían las bolsas de sangre para poder sancionarlos, y menos aun que se ordene su destrucción. Ya J. Rogge, el presidente del COI, había advertido que "el balance de la Operación Puerto era muy frustrante".
Los miembros del COI están muy sensibilizados y prestan mucha atención a la situación de la lucha contra el dopaje. La Asociación Mundial Antidopaje (AMA) fue creada en 1999 por iniciativa del COI. Es el brazo armado del COI y el deporte mundial en la lucha contra el dopaje, y desde hace unos años está en lucha contra el dopaje en España, recordemos que fue quien presentó el recurso contra Contador y contra la sentencia de la Operación Puerto, pidiendo la identificación de las bolsas de sangre, lo que también ha hecho el Consejo Superior de Deportes.
La mala imagen de España por la connivencia y tolerancia con el dopaje está basada en hechos reales: defensa de Contador por el presidente del gobierno (Zapatero) y el jefe de la oposición (Rajoy). Se defiende el honor patrio. Marta Dominguez senadora; técnicos, médicos y entrenadores implicados en tramas nacionales e internacionales; deportistas extranjeros que vienen a doparse a España; exdeportistas implicados en casos de dopaje con presencia en los medios de comunicación como iconos de la práctica deportiva, etc. 
En días inmediatamente posteriores a la no designación han ocurrido dos hechos significativos: se han comunicado cinco casos más de controles positivos, tres atletas, un baloncestista y una tenista, y la directora de la Agencia Española de la Protección de la Salud y la Lucha Antidopaje  reveló en el Congreso de los Diputados casos de mala praxis en la lucha antidopaje española antes de la nueva ley (o sea hasta junio del 2013): "en el 2012 se detectaron 851 formularios con incorrecciones en un total de 5.651 controles". Significativo.

A mi entender, la presentación a realizar el día de la designación tiene poco efecto en la decisión, salvo circunstancias extraordinarias que puedan ocurrir los días inmediatamente precedentes (como serían los dos hechos referidos antes) o desafortunadas intervenciones de los ponentes.
En el caso de la exposición de la candidatura española, solo se puede destacar el bajo nivel de sus argumentaciones, de poco calado y no convincentes, tanto en la presentación como en las respuestas a las interpelaciones. Se destaca el discurso del príncipe Felipe, pero su importancia es nula, ya que no tiene poder real, es una figura decorativa. Las intervenciones de los que ostentan el poder  pueden considerarse como penosas, cuando no desastrosas. El presidente Rajoy leyó su intervención en español (los idiomas oficiales del COI son inglés y francés); discurso plano con algunos datos no relevantes ni creíbles de que España sale de la crisis. Imposible que pudiera convencer a algún indeciso. La alcaldesa Ana Botella si realizó una intervención que llamó la atención, pero por lo ramplona y chabacana, dejando a un lado su nivel de inglés. Para confrontar los apoyos de las otras dos candidaturas se le ocurren dos frases que pasarán a la posterioridad: "relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor" (sic) y "una cena romántica en el Madrid de los Austrias". Eso ofrece Madrid.

Pero como ya se citó antes, las presentaciones tienen una importancia muy relativa. Puede decirse que al día de la designación se llega ya con casi todo decidido. Lo que realmente funciona son los dossiers aportados a los miembros del COI, con los estudios de la situación política, la financiera, la capacidad organizadora, la firmeza y seguridad de los apoyos políticos y sobre todo económicos, la implicación en la lucha contra el dopaje y el curriculum personal de los miembros destacados de la candidatura.
De los cuatro máximos representantes de la candidatura, el presidente aporta su falta de credibilidad y la corrupción que afronta judicialmente su partido, así como la enorme crisis social, política y económica que atraviesa el país. El presidente de la Comunidad de Madrid y la alcaldesa de la ciudad no ocupan sus puestos por ser elegidos en unas elecciones por el pueblo, y es muy probable que para la fecha de los Juegos ya no ostenten sus cargos. La designación de la ciudad sería muy importante para relanzar sus carreras políticas.
El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, es un perdedor nato. Lleva tres designaciones falladas. Recordemos como pretendió conseguir su tesis doctoral en la universidad de Vigo plagiando un trabajo de otros autores, y nombrando previamente a su directora de tesis miembro de la Academia Olímpica de España. Por hechos similares dimitieron ministros en Alemania y Hungría. En España no pasa nada.
De los tres miembros españoles del COI, nada que decir. Dos son unos perfectos desconocidos en sus acciones y al otro se le había atribuido un papel importante por ser hijo de J.A. Samaranch, pero su recuerdo para los miembros del COI se diluye con el paso del tiempo. En consecuencia, su papel: nada de nada.

Se habla de la repercusión negativa que para el futuro del deporte español tiene la no designación. Es, para mi, una falacia, una mentira de la que se va a derivar la justificación de reducir aún más las subvenciones a las federaciones deportivas.
El presupuesto del Consejo Superior de Deportes (CSD) se reduce cada año, obedeciendo a la premisa enunciada por su presidente M. Cardenal a principios del 2012: "el presupuesto del CSD es de austeridad máxima". Así, en el 2012 fue de 124,4 millones de euros, un 24% menos que el del 2011; en el 2013 es de 83,98 millones, un 32,5% menos que en el 2012.
Muchas de las federaciones están en quiebra técnica al ver reducidas las subvenciones en más de un 30% con respecto al año anterior. Hay deportistas de élite que vieron rebajarse mucho sus becas y otros que se tienen que pagar los desplazamientos a las competiciones importantes.
Teniendo en cuenta la inversión necesaria para realizar las instalaciones pendientes, y reformar y reparar las ya hechas (algunas en estado muy deficitario cuando no ruinoso como el caso de una curiosa estructura para una especialidad ciclista), la designación de Madrid supondría un gasto que daría origen a una "burbuja económica para el deporte español" que tardaría muchos años en ser superada.

La representación española en Buenos Aires fue numerosisima (aún no se sabe con certeza, pero superior a las 180 personas según diversas informaciones de prensa). Los viajes en avión, la estancia todo el tiempo en hoteles de lujo, las comidas y cenas de representación o para hacer lobby y las dietas percibidas, suponen una importante cantidad de dinero. A ella hay que sumar lo que exige el COI: 150.000 euros iniciales para candidatarse más otros 600.000  para seguir hasta la designación final.Y como propina los dos millones de euros que dicen cobró el asesor-entrenador de la candidatura (presunto gurú de la comunicación); debe ser un genio.
Un atleta como el marchador García Bragado, que ha participado en seis olimpiadas, tiene este año una beca de 16.000 euros (una auténtica miseria y totalmente insuficiente). Si dividimos lo gastado (¿algún día lo sabremos?) por 16.000 obtendríamos un número bastante más elevado de deportistas becados que el existente actualmente.

Dixi